Se cree que surgió en los comienzos de la década de los 80'. Pero el kitesurf, no logró que muchos se interesaran en el. Pero cuando se fue dando a conocer, muchos surfistas, fueron incorporando éste deporte a sus prácticas habituales.
Para practicar el kitesurf, se necesita de una cometa, la cual varía de tamaño según la potencia de arrastre que se desee tener, esta se asegura a la cintura de la persona por medio de dos a cuatro poleas unidas por un arnés. Para deslizarse, se necesita de una tabla de surf. La cual, en la mayoría de las ocasiones, es bastante más pequeña que la original. Esto se debe a la necesidad de tener un rango de maniobrabilidad mucho mayor al acostumbrado en el surf.
El epicentro europeo del kitesurf se halla en España, gracias a ‘playas diez’ como las de Jandía (Fuerteventura), El Médano (Tenerife) o Tarifa (Cádiz), considerada la capital del viento del viejo continente.
Fuera de España también puedes practicarlo en lugares como por ejemplo, Indonesia, Australia y Sudáfrica, pero también en gran parte del litoral sudamericano, desde las costas de Brasil (Cumbuco, Paracuro..) y Argentina (Bariloche, Mar del Plata…) hasta las que bañan Colombia, Ecuador, Perú o Chile.
Al contrario que en otros deportes, apenas existen pruebas de tipo amateur a nivel mundial y sólo si los demás te pueden catalogar como experto podrás participar en competiciones como el Circuito Nacional de Kiteboarding, que recorre diversas playas de España.
Es recomendable antes de iniciarse en este deporte, dar algunas clases de iniciación.
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