viernes, 12 de junio de 2015

Rafting en aguas bravas.

     El rafting es el descenso de un grupo de personas a bordo de un bote neumático, sin motor, por un río de montaña. La embarcación es arrastrada por la corriente mientras los tripulantes la dirigen mediante los remos.
     El éxito de este deporte reside en que no es necesario unos profundos conocimientos técnicos o una preparación física excepcional, sino que es apto para casi todo el mundo ya que la labor más difícil recae en el monitor, presente siempre en todo descenso, que es quien se encarga de llevar el raft, por las zonas apropiadas, mientras que los demás navegantes solo deben seguir unas instrucciones simples, para facilitar su labor. Las emociones son de primera.
     Para practicar el rafting es necesario el uso de chaleco salvavidas, casco y utilizar un traje isotérmico, que nos proteja de las bajas temperaturas del agua y el aire. Los lugares más apropiados son los ríos de montaña, con abundante agua procedente del deshielo y fuertes desniveles.
     Aunque es aconsejable saber nadar, ni siquiera este requisito es imprescindible para practicar este deporte, aunque, nunca es tarde para aprender. A pesar de que estemos en una forma física lamentable y dediquemos todas nuestras energías al duro trabajo, el rafting es la excusa perfecta para olvidarse de todas las tensiones, y el estrés cotidiano y lanzarse a una aventura intensa que nos recargará de energías para continuar con nuestra particular lucha por la supervivencia.

     Este deporte se puede practicar en muchos sitios donde haya un río, en España tenemos donde practicarlo, en Cuenca, Albacete, y muchos lugares más. 

Un saludo muy fuerte.  


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